FORMACIÓN EN SENSIBILIZACIÓN SOBRE PROTECCIÓN PARA LA GENTE DE
MAR QUE TENGA ASIGNADAS TAREAS DE PROTECCIÓN” (OMI 3.26 / 3.27).
El enemigo no tiene cara, no tiene nacionalidad, no se le puede reconocer por su uniforme ni la bandera que enarbola. Tampoco tiene un enemigo definido. Cualquier ciudadano del mundo puede ser su víctima si se encuentra en el lugar escogido por los terroristas
para actuar, ya sea tomando rehenes o usando el medio en que la víctima se encuentra para el cumplimiento de su tarea de atacante.
Esta situación ha obligado a todas las comunidades nacionales e internacionales a preparar planes de protección (paralelos a los planes de seguridad, que tienen que ver con la protección de la integridad humana y la preservación del medio ambiente)
tanto de las instalaciones en tierra, de los medios de transporte, de las plantas energéticas, de las vías de tránsito y todas aquellas instalaciones que puedan sufrir un ataque o puedan servir como vehículo para una acción del tipo terrorista. (Bomba
explosiva, bomba bacteriológica, fuente de contaminación masiva, etc.).
En el contexto de esta forma de guerra, la Marina Mercante resulta ser un elemento muy vulnerable (conjuntamente con la aviación comercial).